Martinique
Continuación de la revista...
En ese entonces no entendía un ápice de Francés y tampoco había estado al tanto del itinerario; por lo tanto, no tenía idea de las características de la isla, ni del idioma que hablaban, ni de sus orígenes. En mi indolente actitud puberta, distraída y atascada de hormonas, solo tenía ojos para las rubias turistas que vacacionaban en el crucero y… mi atención se concentraba exclusivamente en descifrar el algoritmo de cómo acercarme a ellas, invalidando casi un 60 % de mi cerebro.
NO TENIA IDEA de lo que pedían a gritos los nativos de piel casi negra que brotaban del agua.
En mi ignorancia ridícula, ¡pensé que hablaban Africano!..Le pregunte a mi Papá en actitud asustada, ¿Qué es eso?, ¿Qué quieren?, Me tomo del brazo y con una sonrisa me dijo: -Te están pidiendo una moneda-, ¿ya les viste?, tienen ojos azules…
Les lanzabas una moneda al agua y la sacaban sin ninguna dificultad. Todavía estábamos como a 400 metros de la costa y supongo que el mar tenía profundidades ya respetables y por lejos que les aventaras la moneda, --la sacaban de la profundidad--.
Al llegar al muelle y poner los pies en tierra, se percibía y se vislumbraba una agitada algarabía:
Gente vestida con ligeras ropas en colores alegres pero desteñidos; música con tambores de metal típicamente caribeños, la arquitectura afrancesada, en colores desteñidos… como sus ropas, que algún día fueron vivos, y ahora con esa patina de descuido aristocrático. El idioma francés en boca de atractivos nativos y nativas de ojos azules con rasgos finos, les otorgan una elegancia especial. En su mayoría son una bella raza de corpulento cuerpo, producto de una bella mezcla entre los nativos Arahuacos Antillanos (Caribeños), con los negros traídos del África y los colonizadores Franceses. Todo esto le otorga a la isla un toque muy especial de estilo, y un ambiente diferente a las islas que habíamos visitado.
Se percibía la sensación de una colonia caribeña del virreinato, sí…con esa personalidad desordenada, de cierto atraso y con esa desorganizada integración de culturas, razas y costumbres, en el desenfado de la típica actitud caribeña, pero con ese glamour francés, bastante arraigado.
Sentí exactamente lo mismo que la primera vez que entre al juego de Disney ¨Los piratas del Caribe¨, pero con el estilo francés, que le otorgaba esa extravagancia extra…
Inmediatamente al bajar del barco y sin darnos cuenta estábamos en la algarabía de los colores vivos de las frutas, de la frescura y variedad de pescados locales, de una diversidad exótica de collares, telas, manteles de manufactura europea, vasijas chinas y ropa europea. Todo acompañado de la atmosfera de la música del caribe, que con ritmo africano y tambores de metal, le otorgaban una personalidad muy particular a la colonia Francesa del caribe.
A lo alto de la isla existía una iglesia sencilla, blanca, de arquitectura austera y de adornos religiosos, muy moderados, pero la vista, era de una exuberancia que te dejaba sin palabras. La húmeda sensación de las alturas casi rozando las nubes, la temperatura mas fría, y el contraste de la soleada y exótica bahía donde se percibían los multitudinarios colores de la vegetación, acompañados del azul del caribe, hacían que no tuvieras palabras para describirle.
Mi padre en su personalidad generosa, individual y de libertad envidiable, con muy buen gusto compró una gabardina de manufactura francesa, muy, pero muy ¨chic¨ y la portó en las alturas justo cuando algunas gotas se asomaron cerca de las nubes y allí, bien justificó su compra que mucho criticamos y como siempre salió airoso.
Ya de regreso al fuerte y al puerto, mi madre y hermanas compararon un par de cosas más y se subieron al barco, que más tarde alcancé, después de dejar a mi padre y tío en el mercado. Mi padre y mi tío el abogado, en esa deliciosa libertad que les caracterizó en ese viaje, se adentraron a un bar de la localidad. El bar estaba en medio de la algarabía del mercado, no tenía muros y le cubría una palapa. Los asiduos transeúntes locales al mercado entraban y salían fácilamente para refrescarse con un trago.
Mi padre y tío entraron allí encantados por el rústico lugar e inmediatamente las miradas se postraron en los dos hombres, vestidos impecablemente de lino. El lugar no era visitado por turistas y les extrañó a los asiduos que se adentraran en él. Se sentaron y fueron atendidos por una mesera que con picara simpatía, acompañada de un imponente carácter, se hizo dueña de la situación ofreciéndoles una mesa de inmediato, viró a ver a los asiduos locales que estaban extrañados de los turistas en impecable indumentaria, y con un simple gruñido les incitó a que volviesen a su asunto. Mi padre y mi tío queriendo encajar al caribeño ambiente pidieron un ron, cuestión que fue de buen verse para la mesera, pero…lamentablemente justo después de pedir el ron se les ocurrió agregar, ¿ Tiene Coca-Cola ?... como si estuvieses en una escena de comedia, al disco se le patinó la aguja y se hizo un silencio en el bar… y otra vez fueron presa de la mirada de todos los concurrentes.
¿ Como Coca-Cola? , ¡ Que no saben tomar ron! , aquí el ron se toma solo y con un poco de agua helada, y volvió la mirada dominante a sus clientes que estaban pendientes del chisme, y otra vez con un gruñido les hizo que volvieran a su asunto.
Según me comentó mi padre el ron resbalaba delicioso y la rústica alegría caribeña del lugar, aunada a la picara simpatía de la mesera, les provocó risa y risa, que acompañada de ese exquisito ron con agua, provocó que las horas pasaran sin darse cuenta.
Ya estábamos todos los pasajeros en el barco, pues a las 8.30 de la noche se cerraban las puertas, para preparar su partida a las 5.00 de la madrugada.
Las 7.50 y ni las luces de mi padre y mi tío que jamás les perturbo la paranoica disciplina del los horarios y estricta agenda del crucero. Las 8.20 y nada…Otro tío que nos acompañaba, sabía que mi padre y tío, eran de marcha alegre y en esos momentos estaba seguro que no les preocupaba la estricta disciplina del barco. Pidió permiso para salir a buscarles, bajo la amenaza que si no regresaban en hora y media, ---los dejaría el barco---.
En la noche deambulé por el barco y en uno de los bares ví a mis tios y tías, acompañados de mis padres, bastante alegres, contando el relato.
Contaban que llegó mi tío acompañado de uno de los marineros a buscarles al rustico bar de Martinique y que mi padre y tío estaban ya alegrísimamente bailando con la mesera, acompañados de las palmas de los locatarios en fraternal alegría. Al llegar mi tío y el marinero les condicionaron que no repararían en irse, solamente bajo la condición de que se tomaran una copa con ellos, y la algarabía los contagió… ya llevaban alrededor de tres copas y yá estaban preguntando si una avioneta salía por la mañana a la isla de curazao, que era el próximo destino. Afortunadamente el marino entró en razón y logró convencerles para devolverles al barco.
Creo que después de una reprimenda por parte de las autoridades del barco, los traviesos turistas compartieron alegremente sus hazañas en el bar del barco.
Al día siguiente hice un recuento visual del magnífico lugar que apenas rocé en conocerle y recordé los aristocráticos colores desteñidos de la construcciones con estilo francés caribeño y una que otra ruina reminiscente de algún asentamiento importante del lugar.
La isla de Martinique debe su nombre Cristóbal Colón, que llegó en 1502 y la llamó Jouanacaëra-Matinino y estaba habitada por los Caribes.
Pertenece a Francia desde 1635.
Martinica esta dominada por el Volcán Monte Pelée. Durante las primeras décadas de la ocupación francesa, fue de producción de alimentos colonial y proporcionó tabaco, añil y cacao. ( el añil fue un pigmento azul que se descubrió en América y que compartió con el lapislázuli los favores de varios pintores cuzqueños).
Su originario mas celebré fue Josefina la segunda esposa de Napoleón y promulgada emperatriz, para después ser degollada.
Martinique gozó de mucha afluencia y asentamientos por parte de Francia. Lamentablemente el volcán erupcionó masivamente y destruyó varias construcciones, matando a más de 30,000 personas en 1902, evaporando gran parte de sus construcciones. Pero volvió a surgir modestamente y con especial encanto.
Les recomiendo el enlace de Wikipedia.
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